Revista Comarcal

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EDITORIAL 45

NI CARNE DE AUTOBÚS NI DESTIERRO

La Montaña hizo frente a finales del invierno a un nuevo ataque a nuestras ya precarias infraestructuras públicas. La Educación estuvo en el fiel de la balanza a través de la iniciativa de la Junta de eliminar los dos primeros cursos de la ESO de la escuela de Riaño, condenando a nuestros escasos rapaces a largos y peligrosos viajes invernales o al desarraigo de las escuelas hogar a partir de los 12 años, ¡por muy preparadas que dichas escuelas estén! La justa reacción de las madres y padres afectados y el apoyo general de la población, con algunos alcaldes en primera línea y otros en segunda pero ninguno en contra, unieron a la Montaña en una sola voz materializada en una de las mayores manifestaciones realizadas en Riaño, previa difusión del conflicto por cadenas de televisión de difusión nacional, que también ayudó bastante, la verdad.

Ante la unanimidad, la decisión de los afectados y lo justo de la respuesta, la directora provincial tuvo que decir Diego dónde dijo “digo” y los prebostes de la Junta tuvieron de recibir a los afectados y repensar el asunto ante tamaña afrenta y la singular respuesta.

Sirva para muestra un botón de las posibilidades del ejercicio democrático de la protesta cuando esta es justa, mayoritaria y bien planteada, así como de la suculenta renta política obtenida por aquellos alcaldes y concejales que estuvieron más cerca del pueblo que de las siglas partidistas, conscientes de ser la voz de sus vecinos entre los mandamases y no la de los mandamases entre los vecinos. Importante lección si hay quien la aprenda.

Pero esto no ha acabado aún, la prórroga de cuatro años otorgada por la Junta no debe agotarse y antes nuestra Comarca debe de asegurar la constitución en CEO (Centro de Enseñanza Obligatoria) de la escuela de Riaño para que todos los alumnos montañeses puedan cursar la Enseñanza Secundaria Obligatoria como el resto de los chavales del país, sin que tengan que convertirse en carne de autobús o ser condenados al destierro. Sabemos que ya se está andando este camino y, sin duda, los artífices contarán con el apoyo de los vecinos si su actitud sigue firme y clara, como hasta ahora.